domingo, 31 de mayo de 2009

De Rokha vanguardista



U
PABLO DE ROKHA

Lom Editores, Santiago, 2001, 52 páginas.


..... La obra de Pablo de Rokha no ha sido considerada con suficiente atención en nuestro país y sólo en el último tiempo, su aporte y su lugar en la poesía chilena han comenzado a estudiarse con más cuidado. Es por ello que la reedición de U (1926), nos parece de gran importancia. Sin duda, contribuirá a conocer algunos fundamentos de su labor literaria, desmentir la clásica apreciación de su poesía, y subrayar sus vínculos con la vanguardia artística y política.

..... Este texto comienza con una suerte de manifiesto firmado por el propio De Rokha y titulado "Señales al hombre futuro", y continúa con un conjunto de tres partes autónomas y al mismo tiempo ligadas entre sí: la primera establece cómo el yo aprehende la realidad y el sentido de su canto; luego, la más extensa y compuesta de cien composiciones, ofrece un registro del mundo contemporáneo, y la última, muestra un yo replegado que confiesa su intimidad al final de la travesía.

..... El sujeto que circula por estos poemas es un vidente que asume deberes y obligaciones con lo infinito con la pretensión de percibir el acontecer del universo. Es un yo que extiende su visión sobre los cinco continentes, sobre las nuevas e inciertas regiones de la naturaleza, y también cierra sus ojos para develar lo que ocurre en su interioridad al relacionarse con distintas realidades.

..... Su mirada en la que confluyen perspectivas anarquistas, bíblicas y existenciales, está puesta en la modernidad y sus diversas expresiones y conflictos. Los poemas dan cuenta de la crisis y la caída enloquecida de la vida: guerras y revoluciones, descubrimientos científicos y desarrollo técnico, imperialismo norteamericano y liberación colonial, crecimiento urbano y multitudes solitarias. Estas experiencias desoladoras se contrarrestan cuando el yo se sitúa en el reverso de la modernidad y recupera la memoria de los orígenes en los signos de la naturaleza, en el espacio cotidiano y en el amor familiar: sueña la pequeña Winett, ríen los niños y las brasas alabando la alegría del fuego.

..... Las formas expresivas utilizadas por Pablo de Rokha son múltiples, de variados temples y tonos, en poemas de cierta extensión y otros de máxima brevedad y estilo epigramático. Entonces, a pesar de la tarea inconmensurable del sujeto, no hay desborde discursivo, sino que encontramos rigor y contención ya que la imagen aparece como instrumento crucial para auscultar el yo y la compleja faz de la modernidad.

..... El libro U revela así la apropiación rokhiana de los distintos fundamentos de la vanguardia. La atención al maquinismo de los futuristas; el paisaje interior del surrealismo; el cuestionamiento político-social del expresionismo, el dadaísmo y el surrealismo, y el uso de la imagen que une realidades disímiles postulado por el creacionismo y el surrealismo. A esto se agregan las rupturas textuales planteadas por estas tendencias emergentes, desde las palabras en libertad y la destrucción de la sintaxis de los futuristas, hasta el automatismo psíquico despojado del control racional que postulaba el surrealismo francés. Todas estas nuevas propuestas se mezclan y se superponen con acierto en una lúcida escritura.

..... La reedición de este olvidado libro de la primera etapa de De Rokha, rescata una imagen del poeta distinta a la habitual. Por su síntesis y su sensibilidad poética, por su carácter rupturista y su hacer constructivo, U se puede ubicar con entera propiedad en la compleja trama de la vanguardia chilena.


en El Mercurio Santiago de Chile, Sábado 26 de Enero de 2002

viernes, 29 de mayo de 2009

ELEGÍA A CARLOS DE ROKHA

ELEGÍA A CARLOS DE ROKHA

No hubo dolor en el momento justode oír sobre tu muerte. Fue como si tú mismo la hubieras anunciado en uno de esos absurdos llamados telefónicos que solías hacer a tus amigos:una broma sangrienta.Y la inocencia que, a esas horas, se volvía irritante, la cigarra de una voz chirriandoen la paja seca del día. No hubo dolorpero sí, Carlos, la inmediata certezade que contigo se eclipsaba la nochesobre el desierto de un día estable y es como si cayeraun poco de ceniza del cielo sobre tierras eriáceas.

Me he llamado a lo real. Pero qué peso insoportabletendría ahora un guijarro sobre la palma de la mano. Todas, todas estas pobres historiasdiurnas no son sino desgarradoras. Aquí, también, esta visión confusa y demasiado nítida de caras conocidas.Si la vida no es más que una locuralo que importan son los sueños y aún el delirio, la mentira piadosade las palabras en libertad arrojadasal millar de los vientos nocturnos,como en tu poesía: la oscuridad vidente:palabras como brasas, balbuceos del fuego.

martes, 26 de mayo de 2009

EPITAFIO EN LA TUMBA DE JUAN, EL CARPINTERO


EPITAFIO EN LA TUMBA DE JUAN, EL CARPINTERO

Aquí Yace «Juan, el carpintero»; vivió setenta y tres años sobre la tierra, pobremente, vió grandes a sus nietos menores y amó, amó, amó su oficio con la honorabilidad del hombre decente, odió a la capitalista imbécil y al peón canalla, vil o utilitario; —juzgaba a los demás según el espíritu—.

* * *

Las sencillas gentes honestas del pueblo veíanle al atardecer explicado a sus hijos el valor funeral de las cosas del mundo; anochecido ya, cantaba ingenuamente junto a la tumba del rorro, —un olor a lavirutas de álamo o quillay, maqui, litre, boldo y peumos geniales perfumaba el ambiente rústico de la casa, su mujer sonreía; no claudicó jamás, y así fue su existencia, así fue su existencia.

* * *

Ejerció diariamente el grande sacerdocio del trabajo desde el alba, pues quiso ser humilde e infantil, modesto en ambiciones; los Domingos leía a Kant, Crevantes o Job; hablaba poco y prefería las sanas legumbres del campo; vivió setenta y tres años sobre la tierra, falleció en el patíbulo, POR REVOLUCIONARIO. R.I.P.



domingo, 24 de mayo de 2009

PABLO DE ROKHA Y WILLIAM CARLOS WILLIAMS EN NUEVA YORK.


PABLO DE ROKHA Y WILLIAM CARLOS WILLIAMS EN NUEVA YORK.
Oscar Barrientos Bradasic.


No existe un nombre preciso en los estudios literarios para conceptualizar el encuentro entre dos escritores como un intercambio y convergencia de sensibilidades estéticas. En inglés el término crossover puede por algunos instantes sacarnos del aprieto y se trata, en definitiva, de la construcción de un acontecimiento que acaricia la realidad desde la historiografía pero que, en gran medida, también es elaborado por sus exegetas hasta crecer en el tiempo como una suerte de mitificación progresiva.

Se habla hasta la saciedad de la tormentosa noche de Ginebra donde Mary Shelley y John W. Polidori concibieron “Frankenstein” y “El vampiro”, dos obras tutelares de la novela gótica. En tiempos pretéritos, el tan improbable como deseado encuentro entre Shakespeare y Cervantes tuvo como línea argumental una obra que habría escrito el célebre dramaturgo inglés basado en la novela de Cardenio, paraje bucólico al cual se hace referencia en el romance de Don Quijote.

Un poco más afincada en la realidad pero no menos teñida por el halo legendario que le imprimen todos sus biógrafos es el encuentro entre Borges y Neruda donde ambos coincidieron en corroborar la pobreza estilística del idioma español para escribir poesía. Nadie puede negarlo del todo, pero reconozcamos que nos gusta pensar que fue completamente cierto y las sucesivas tertulias literarias, congresos filológicos y discusiones de café irán sumando nuevos recortes a esta postal borrosa, a la manera de un collage.

Menos estilado y recurrido es el encuentro entre Pablo de Rokha y William Carlos Williams en el Council for Pan American Democracy de Nueva York, el domingo 17 de diciembre (presumiblemente del año 1944). El acto contaba con el patrocinio de El Consejo Pro- Democracia Panamericana.

¿Cuánta certeza o qué neblinas podemos avizorar en torno a dicho acontecimiento?

Se produce en el marco de una gira que Pablo y Winétt de Rokha hacen por América Latina y Estados Unidos gracias a la iniciativa del entonces Presidente Juan Antonio Ríos quien los nombra embajadores extraordinarios en el marco de una misión cultural. El matrimonio dictó conferencias en las principales universidades del continente y fueron recibidos en el país del Norte por el Presidente Rossevelt. Se sabe que leyeron poemas en el Salón de los Héroes de Washington.(1)

El poeta en su autobiografía “Amigo piedra”(2) describe la ciudad de Nueva York como una gran Babilonia atestada de prostitutas y oficinistas, por donde se puede oír el lejano lamento de Whitman como la atmósfera desdibujada de las ruinas. Para De Rokha, Wall Street será el carnaval grotesco del espíritu mercantil y la prueba máxima de la degradación de la sociedad capitalista norteamericana. A pesar de todo, subsiste en su prosa barroca y sustanciosa una profunda conmiseración por quienes habitan este enorme país.

“El pueblo es bueno, como todos los pueblos de la tierra, como el pueblo chileno, como el pueblo español, como el pueblo hebreo, su politización precaria lo sitúa en el sitio del gran niño de Norteamérica, frente a frente al hombre de negocios que es la caducidad definitiva, es decir, la negación del anciano que es lo más podrido que existe, y el yanqui popular atraviesa en bicicleta de la casa a la cocina, ingenuamente. New York es nueva, hecha con materia vieja, con intestinos, con vísceras, con cerebros machacados y amasados, con sudor, con dolor, con terror de trabajadores, y precisamente con trabajo pagado, robado a los obreros muertos, porque de ahí la capital de la plusvalía”

O este otro párrafo tan genuinamente rokhiano para referirse al célebre edificio Empire State como la gran Torre de Babel del imperio y pandemoniun de las contradicciones del Gran Capital:

“Naturalmente nos quedamos boquiabiertos frente al Empire cuando día a día vamos al Martinique Hotel, el hotel nuestro y lanzamos un escupo al cielo, porque sabemos que por dentro del inmenso y espectacular edificio camina el gusano y la víbora de la explotación del hombre por el hombre”

Ateniéndonos a los datos que tenemos a nuestra disposición en este caótico esfuerzo bibliográfico sabemos que el matrimonio fue presentado por H. R. Hays. El célebre escritor, antropólogo y docente de la Universidad de Yale denominaría a Pablo de Rokha como “centrode tormenta de la poesía de América”. También se hallaban presentes figuras destacadas de la poesía angloamericana tales como Margaret Finley, Fred Field, Marion Bachrach N. B. Sprathlin, Archibald Mac – Leish y también el político boliviano José Antonio Arze.

Entre los asistentes a esta reunión se encontraba un hombre calvo y de fisonomía resuelta que solía lucir corbatas de humita. Respondía al nombre de William Carlos Williams.(3)

Hasta aquí los hechos ingresan en esa zona siempre nebulosa, similar a un teatro de sombras que confunde la ficción con el designio siempre ambivalente de lo real. Quisiera, en honor a este último aserto, aventurar el ejercicio de la fabulación razonada.

¿Qué poéticas convivían en aquel cenáculo de Nueva York? ¿Qué rasgos amalgamaban y divorciaban a ambos autores?.

Creo que William Carlos Williams heredó de su abuela Emily Dickinson la necesidad de escribir una poesía donde la certeza de la voluntad creativa anule cualquier adjetivo superfluo. Fue contemporáneo de Hilda Doolittle y Ezra Pound.

Es un poeta que reformula los límites aparentemente inamovibles de las viejas estatuas modernistas y que luego se liga estrechamente al imaginismo, privilegiando un lenguaje concreto y preciso, en lugar de la imagen artificiosa propia de la poesía victoriana. Toda esa reflexión lleva a William Carlos Williams a abrazar la coloquialidad, a preciar la fluidez del habla como el gran trofeo del lenguaje poético, acusando que éste había caído en lo empalagoso y altisonante.

Su categorización del poema tiene vínculos muy decidores con la perfección de la imagen casi como susurros de una arquitectura conceptual oculta en las entretelas del lenguaje cotidiano. Ya intuía que la música de las esferas celestiales era el ritmo del pensamiento, es decir, el habla.

Todo está en
el sonido. Una canción.
Muy rara vez una canción. Debiera

de ser una canción – compuesta de
detalles, una avispa,
una genciana – cosas
inmediatas, abiertas

tijeras, de una dama
los ojos – despertando
centrífuga, centrípeta

Pablo de Rokha, en cambio, coincide en algunos abordajes pero apuesta casi siempre por el maximalismo, por un verso que fluye como un río desbocado. Para adjetivar la poesía rokhiana se han utilizado tantos adjetivos (casi todos esdrújulos): oceánica, dramática, épica, metafórica, cosmogónica, mítica, ditirámbica, apolínea, báquica. Pero, ante todo, es el primer poeta nacional que se ajusta al habla cotidiana propiamente tal y su chilenidad trasunta el ritmo del lenguaje oral, siempre matizado por la dimensión prosaica y cierto sentido bíblico para dibujar la épica popular y proletaria.

De Rokha siempre ha sido el gran guerrillero de la poesía chilena, el luchador incansable cuya poesía vernacular y vanguardista, pantagruélica y proletaria constituye la mirada más genuina al Chile no arrasado por los coros de utilería de la modernidad. Su desarrollo poético fue lamentablemente ninguneado y sólo rescatado muy posteriormente como uno de los gigantes de la poesía hispanoamericana.

Pequeña~pequeña y sutil, morenita como las esposas de "La Biblia" o los lirios dilectos del Ganges, graciosa, melodiosa, misteriosa, llena de innumerables destinos augustos, egregios, y pálidas adivinaciones, humilde en su virtud, humilde y humilde, grandes los negros ojos negros, chiquito el pie, anda por las vías eternas acariciando los acontecimientos rientes, las desgracias que visten mortuorios lutos amarillos, el gesto fluvial de los llantos, el gesto fluvial de los llantos, la montaña, y el insecto maximalista, ácrata o filósofo, acariciando, acaparando la vida y los sepulcros con mimos de gatita joven.

En aquel montoncito de carnes sumisas, humanas, heroicas, florales, viajeras, canta el ilustre mar, la tierra orlada de trigales intermitentes o sonoros nidos, los cándidos cielos musicales, Dios, Satanás, el viejo instinto negro que sonríe a la nada desde los subterráneos del hombre y la materia.

Se parece a las banderas del pueblo: el modestísimo olor a gestos rurales, la religiosidad honrada y honesta que diluye su ateísmo profundo como las aguas eternas de las tumbas, su ateísmo, lo ensimismado, lo virtuoso, l0 tranquilo de las diarias maneras exteriores, el sentido de la divinidad aureolando sus huesos a cada instante del a cada instante, tienen un no sé qué tan evangélico que evoca, ¡oh!. que evoca la leyenda del lugar...

William Carlos Williams desarrollaría un amplio proyecto donde poesía y prosa se funden en un lenguaje integrador y que tituló Paterson, allí conviven metáforas de gran calibre con spot publicitarios que se diseminan en torno al tópico de la depresión económica del 29. “Literatura patológica” fue el lapidario juicio con que la ortodoxa crítica chilena midió Los gemidos de Pablo de Rokha publicado en 1922, donde la ciudad aparece como el gran espejo esperpéntico de una modernidad injusta y baldía. Entre ambos proyectos hay más de algún cruce.

Ambos poetas compartían el imaginario totalizante de una poesía que se incrusta en las palabras por calles, ferias y plazas. Uno de ellos parecía un patriarca que proclamaba sagas homéricas y desgarradores himnos a la era de una revolución naciente donde convivían tanto Marx como Nietzsche. El otro, huía del florilegio verbal para coronar su periplo con la supremacía de la imagen poética.

Y aunque el crossover, por esencia, siempre tiende a la alegoría, es hermoso imaginar en una tertulia neoyorquina al huaso de Licantén que cantó la epopeya de la chilenidad junto al poeta que viajaba entre las olas tumultuosas del viejo Brueghel.

NOTAS

(1) Posteriormente Joy Davidman en 1943 publicaría “War Poems of the United Nations” (Nueva York) e incluiría en representación de Chile a Winétt de Rokha, Pablo Neruda y Pablo de Rokha.

(2) El amigo piedra. Pehuén editores (1989) Retrato de mi padre escrito por Lukó de Rokha.

(3) La presencia de William Carlos Williams está confirmada por el propio De Rokha en el libro Suma y destino de Winétt de Rokha (Editorial Multitud, 1951) en la sección Cronografía, donde comenta poéticamente la vida de su esposa.


sábado, 23 de mayo de 2009

Artículo de Juan Carlos Gómez sobre Pablo de Rokha en la revista La Santísima Trinidad

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Como parte de la celebración de nuestro primer año como revista y editorial, estrenamos el quinto número de la Revista la Santísima Trinidad de las cuatro esquinas con notas de:

José Martínez Fernandez

Rolando Gabrielli

Juan Carlos Gómez

Arturo Volantines

Rodrigo Ramos Bañados

y Daniel Rojas Pachas.


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Números anteriores.


20-4-2009 5.4.12 1.jpg

Cuarta edición de La Santísima Trinidad de las cuatro esquinas.

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12-3-2009 10.3.55 1.jpg

Tercera edición de La Santísima Trinidad de las cuatro esquinas.

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Segunda edición de La Santísima Trinidad de las cuatro esquinas.

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Estrenamos la primera edición de La Santísima Trinidad de las cuatro esquinas.

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viernes, 22 de mayo de 2009

PABLO DE ROKHA por Eugenio Matus

Conocí a Pablo de Rokha hace cuatro años, en Pekín. Residía yo allí entonces, como profesor de español. Don Pablo llegó con su hijo del mismo nombre, invitado oficialmente por el Gobierno, para escribir un libro sobre China. El propósito de los chinos era que don Pablo escribiera un libro de impresiones, un reportaje; pero a él le pareció que lo que le correspondía hacer era un libro de poemas. Se aceptó su sugerencia, y al cabo de dos meses entregó don Pablo cincuenta grandes poemas hechos con el mayor sacrificio, ya que a poco de llegar enfermó gravemente, y se empeñó en cumplir así, en ese estado, su compromiso.

... Cuando lo conocí estaba en el período de convalecencia. Se veía, sin embargo, robusto y enérgico; aunque no pude reconocer en él, ni lejanamente, al Pablo de Rokha de la leyenda, al energúmeno, al terrorista, al poeta inculto, todo él fuerza bruta mal empleada.

... Don Pablo era un hombre fino, aunque parezca ésta una declaración insólita a más de alguien, un hombre delicado de sentimientos, delicado de conducta, que es lo que importa, y de una formación humanística que ya quisieran poseer muchos de sus detractores. Había leído a los clásicos en latín, conocía bien la filosofía idealista alemana, el marxismo, y se movía en el campo de la literatura universal con la naturalidad de quien ha leído y entendido, y que tiene frente a cada cosa una posición firme y responsable. No era, sin embargo, un pedante. Lejos de eso. Era un hombre cordial, de gran simpatía humana, de un notable sentido del humor, y que gozaba charlando con aquellas personas que le inspiraban confianza y con quienes, generosamente, hacía muy pronto amistad. Tuve la fortuna de encontrarme entre estos últimos.
Don Pablo, como invitado oficial, vivía en el Hotel Hsin Chiao; pero se aburría allá, y por las tardes, terminada su jornada de trabajo (escribía y atendía las consultas del traductor al chino de sus poemas), venía al Hotel de la Amistad, donde vivíamos los especialistas extranjeros, a charlar con el pequeño grupo de sus amigos.

... Salíamos a dar un paseo por el parque del hotel, o si el tiempo estaba malo, se quedaba en nuestro departamento. Hacía vida familiar con nosotros. Mi chica, de dos años entonces, se le montaba en las rodillas y le hacía sus gracias. Don Pablo recordaba en esas ocasiones a una niñita de la misma edad, que vivía en su casa, y a quien llamaba Sandrita. Contaba don Pablo con su poderosa voz (esa voz destinada al insulto y a la injuria según se dice), las habilidades de Sandrita.

... Es claro, don Pablo tenía sus fobias, algunas de ellas perfectamente conocidas. Cuando se cruzaba en la conversación la gran sombra con la cual se había empecinado en luchar, era mejor gurdar silencio. Se expresaba con tal seguridad, en forma tan rotunda e inapelable, que habría resultado ocioso contradecirle. Sin embargo, dejando de lado esta lamentable debilidad, sus juicios sobre cuestiones literarias y artísticas en general eran extraordinariamente certeros, y revelaban un buen gusto, casi infalible. Recuerdo los comentarios que hizo a unos cuadros chinos que le mostré. No creo que él hubiera estudiado nunca pintura china, ni creo tampoco que pintara; pero en cuanto vio un paisaje me dijo:
-Tiene un defecto. Hay allí una mezcla de dos estilos. Por una parte los árboles, las nubes están sugeridos con manchas; en cambio la casa está pintada con toda clase de detalles. El pintor debió hacer una cosa o la otra.

... Efectivamente, el cuadro revelaba una mezcla de los dos grandes estilos de la pintura tradicional china: el estilo de esencias y el estilo de detalles.

... Un día tuve la satisfacción de descubrir que era entusiasta de Baroja. Había leído El árbol de la ciencia en su juventud, y reconocido inmediatamente en su autor a un genio, cosa de la cual dejó constancia en una revista que publicaba en ese tiempo. No había releído la novela desde entonces, pero recordaba de ella lo suficiente como para comentarla en sus aspectos importantes.

... Era don Pablo un profundo conocedor de la literatura española clásica.Había leído completo a Quevedo y sentía adoración por Cervantes. Como hombre apasionado y, por lo tanto, arbitrario, este entusiasmo por Cervantes lo llevaba a sentir una profunda antipatía por Lope. Creía que era un tipo de poco fiar, un malandrín que no había titubeado en cometer con Cervantes la piratería de publicar la segunda parte apócrifa del Quijote. Don Pablo afirmaba esto sin ningún género de dudas. El miserable de Avellaneda no podía ser sino Lope.

... Yo, observando sus simpatías y antipatías literarias, creía advertir que en el fondo de ellas, más que juicios estéticos, lo que había en muchos casos eran juicios éticos. "Mal Hombre", "buen hombre" eran expresones que a menudo se asociaban en su conversación a las figuras literarias que comentaba. Este rigorismo ético lo llevaba, es cierto, en muchas ocasiones a emitir juicios estéticos discutibles; pero considerada en sí misma esta posición moral ante la vida, es uno de los rasgos más nobles de su carácter. La delicadeza de conducta de don Pablo, su desprecio por las frivolidades, por las liviandades, por los oportunismos; el heroismo con que llevó siempre una vida limpia, son cosas que nunca podrán ser suficientemente destacadas. Don Pablo podía ser arbitrario, injusto en muchos casos; tenía manías; pero nadie podrá decir de él que cometió jamás una bajeza. Si atacaba, atacaba de frente, con grandes letras de molde, y de la justicia o injusticia de sus palabras respondía claramente.

... La delicadeza de conducta de don Pablo se advertía incluso en cuestiones nimias, en el temor que manifestaba, por ejemplo, de resultar inoportuno en una casa, El, en cuya casa todos eran recibidos con hospitalidad. Llevaba sus escrúpulos a resistirse a usar (por temor de abusar), de las comodidades que le proporcionaban los chinos, y que otros extranjeros reclamaban como un derecho. Al dar las ocho, aunque estuviera en el momento más animado de la charla, se levantaba y despedía. Cuando le instábamos a quedarse, pues a todos nos interesaba oírlo, explicaba que el auto, aunque estaba a su disposición, no era suyo, y que el chofer estaba esperando abajo desde hacía ya dos horas.

... Un día me dijo que quería pedirme un favor. Necesitaba mandarse hacer un par de zapatos y no quería servirse para esta diligencia del interprete chino. Quería que lo acompañara yo. Don Pablo pensaba seguramente, por haberme oído decir dos o tres frases en chino en el comedor, que yo sabía lo bastante como para traducir.
-Vamos, don Pablo -le contesté-. Mi hijo mayor, Félix, que habla perfectamente el chino,le servirá de traductor.

... Fuimos a un taller de calzado de la calle Wang Fu-ching que le habían recomendado, y allí don Pablo explicó lo que quería, sirviéndose de un interprete de apenas diez años de edad.

... Como siempre suele ocurrir en China, el taller se llenó en seguida de gente que nos miraba con curiosidad. Se apretujaban los chinos en torno de don Pablo, daban su opinión sobre los zapatos y parecían muy interesados en la operación. De pronto uno de los zapatos de don Pablo desapareció. Lo buscamos por todas partes, y lo descubrimos por fin en manos de unos soldados que lo examinaban atentamente, haciendo animados comentarios. A don Pablo le hizo mucha gracia esto.

... A la salida me dijo que quería hacerle un regalo a mi hijo por el servicio que le había prestado. Entramos en los Grandes Almacenes y allí, en la sección confitería, le compró un enorme paquete de caramelos, enorme como todas las cosas que hacía él.

... Otro día fuimos a la avenida Chien Men, porque quería comprarse un abrigo. Se compró un abrigo de cuero, cruzado, que con la gorra de visera que tenía, le daba un curioso aspecto de militar. Es la estampa de don Pablo que han popularizado sus últimas fotografías.

... Don Pablo había ido a China por dos meses, y permaneció seis. Al final estaba cansado y quería regresar a Chile. En ese lapso aparecieron en el Diario del Pueblo muchos de sus poemas traducidos. Don Pablo se sentía feliz por esto. Le conmovía la idea de ser leído por millones de chinos. Imagino que alguna vez se hará la edición castellana. Algunos de los poemas que me mostró eran sencillamente geniales, como una oda, monumental, al río Yang Tzé.

... El proceso de traducción, por lo que decía don Pablo, no dejó de tener su lado pintoresco. El traductor chino, que como todos los chinos hablantes en español, era un experto gramático, se desconcertaba ante la muchas veces caprichosa sintaxis de don Pablo.

-Poeta -le decía-, no encuentro el sujeto de esta oración.
Don Pablo montaba en cólera. No comprendía cómo se podían hacer preguntas semejantes.
-Pero es que antes de traducir -insistía el traductor-, yo tengo que hacer un análisis sintáctico, tengo que entender el texto desde el punto de vista gramatical.
-Está usted perdiendo el tiempo -le replicaba don Pablo-, porque yo tengo mi propia Gramática, que seguramente no coincide casi en nada con la que aprendió usted.

... La última vez que vi a don Pablo fue en Chile, en su casa de la calle Valladolid. Seguramente ya sabía, por información de algunos chilenos llegados antes que yo, de algunas dificultades que tuve en el último tiempo con los amigos chinos y que en el momento de ocurrir, sinceramente me parecieron importantes. Don Pablo me invitó a comer, y estuvimos hablando largo rato. Observé que eludía el tema de China. De pronto, después de una larga pausa, en la que había permanecido meditativo, me miró fijamente y me dijo:
-Amigo Matus, esas anécdotas...
Y no agregó más. Comprendí perfectamente. Y más que eso, después le he encontrado toda la razón. Don Pablo me había dado delicadamente un buen consejo.

... Tiempo habrá en el futuro, y largo, para ocuparse del genio de Pablo de Rokha, de lo que significa su presencia en la poesía en lengua española. El pleno reconocimiento vendrá, no cabe duda. No he querido hablar por eso de su poesía ahora. Ya el tiempo hará su oficio. El homenaje con que me asocio de todo corazón al que le rinde la revista TRILCE en este número, no son más que estas notas apresuradas, en las que he querido entregar, sin embargo, algo inmensamnete valioso para mí: el recuerdo que tengo de él.


jueves, 21 de mayo de 2009

Colección de libros del clan de Rokha

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Pablo de Rokha

Los Gemidos (leer)

Epopeya de las bebidas y las comidas de Chile (leer)

Fuego Negro (leer)

Mundo a Mundo (leer)

Morfología del Espanto (leer)

Antología Mis grandes poemas (leer)

U (leer)


Winnet de Rokha

Suma y destino (leer)


Carlos de Rokha

Canto profético al primer mundo (leer)

La pavana del gallo y el arlequín (leer)

El orden visible (leer)

Memorial y Llaves (leer)


Mahfúd Massis

Antología (leer)

Elegía bajo la tierra (leer)


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martes, 19 de mayo de 2009

Pablo de Rokha, Premio Nacional de Literatura 1965

Pablo de Rokha, Premio Nacional de Literatura 1965


Por Jorge Teillier
Boletín de la Universidad de Chile, diciembre de 1965.


El poeta Pablo de Rokha, que este año obtuvo el Premio Nacional de Literatura, es un escritor que cuenta a su haber creador con cincuenta años de labor literaria y más de treinta libros publicados, todo lo cual le daba de sobra derecho a la máxima recompensa literaria del país.

Pablo de Rokha (que figuraba ya en Selva lírica, la siempre citada antología de 1917) irrumpe de cuerpo entero con una obra de excepción, Los gemidos (1922).

Desde este momento el poeta no pasará ya inadvertido. Su aporte no era la quiebra del verso libre (ya hecha por Pedro Prado en 1908 con sus Flores de cardo) ni la expresión de la transformación del mundo por la imagen (iniciada por Huidobro en El espejo de agua, 1916), sino la amalgamación de un desenfadado ímpetu verbal con el acarreo de todos los materiales reputados hasta entonces como antipoéticos. Irrumpen juntos "el barro y las rosas", al decir del novel poeta de aquel entonces Pablo Neruda, en una nota crítica de Claridad, la revista de los estudiantes. Es un caudaloso torrente en el cual un Yo hipertrofiado se revela en una dicción a veces trabajosa, pero que arrastra en un torrente conmovedor los dichos y hechos de nuestra tierra y de sus hombres. Pablo de Rokha tiene la virtud de concitar la más decidida animadversión o la admiración más rendida ("este es un poema que hay que leer de rodillas", dice el poeta Mahfud Massis*, yerno suyo, al referirse al Canto del Macho Anciano). Sus antiapologistas suelen coincidir en un punto: "un poeta cuyos versos buenos son como hallar -y se halla- una aguja en un pajar, demasiado hablante, siempre lanzando peñascos de la misma dimensión".

Sin embargo, si se accede a leer su copiosa obra, se ve una evolución en espiral.

Del anarquismo inicial (expresado en su libro de ensayos Heroísmo sin alegría, 1927) en donde define al comunismo como "cosa de cerdos", deriva a un tono de epopeya popular a través de un personaje rabelesiano: Escritura de Raimundo Contreras -que continúa en parte de su obra actual. Luego siente el impacto del comunismo y se incorpora a la lucha política, lo que se refleja en su obra especialmente a partir de Canto de trinchera (1933), culminando en su último libro Estilo de masas. Por otra parte (y esto es un peligroso clisé donde frecuentemente se quiere encarcelar al poeta), Pablo de Rokha es el cantor de las comidas y bebidas de nuestra tierra, partiendo -como él mismo lo ha dicho- de que se ha bebido y comido a casi todo Chile. Su vida trashumante, de vendedor de sus propios libros, le ha dado un conocimiento minucioso del país, y ha hecho que se transforme -para el vulgo- en una especie de Gargantúa. Pero pensemos que, esencialmente, Pablo de Rokha es un hombre del viejo Chile central, nacido en una época todavía patriarcal, en un país que aún era "rector en América Latina", con una moneda fuerte, con confianza en sí mismo (no existía aún el complejo del subdesarrollo, estimulado por nuestros subdesarrollados economistas). Era un Chile dionisíaco, cuya personalidad está reflejada con real originalidad en de Rokha:

Y, ¿qué me dicen ustedes de un costillar de chancho con ajo, picantísimo, asado en asador de maqui, en junio, a las riberas del peumo o la patagua o el boldo que resumen la atmósfera dramática del atardecer lluvioso de Quirihue o de Cauquenes, / o de la guanaco en caldo de ganso, completamente talquina o licantenino de parentela?,

La chichita bien madura brama en las bodegas como una gran vaca sagrada, / y San Javier de Linares ya estará dorado, como un asado a la parrilla, / en los caminos ensangrentados en abril, la guitarra / del otoño llorará como la mujer viuda de un soldado, / y nosotros nos acordaremos de todo lo que no hicimos o pudimos y debimos y quisimos hacer, como un loco / asomado a la noria vacía de la aldea...

Sí, un gran dionisíaco, pero torturado por la certidumbre de que ese mundo patriarcal es un mundo en ruinas, y de que su camino debe ser otro; que abandona ese mundo, así como abandona el de la iglesia que atrapó su adolescencia ("Primero me agarró, por adentro, la Iglesia Católica, el Seminario, su manotada más pálida y su día domingo en lúgubre..."), de ahí a entonces se incorpora a una interpretación del mundo contemporáneo, trata de abrazar todos los tiempos, todos los países, todos los fenómenos históricos. De esa poesía épica, en tono mayor (tildada de monocorde), nacen a veces grandes descripciones, como aquella de Lenguaje del continente (1943) cuya descripción de los EE.UU. no vacilamos en estimar como de mayor intensidad que la de Howl de Allen Ginsberg, que tanta conmoción causa en muchos círculos poéticos de América Latina. Veamos un trozo:

...He mirado bajar a patadas al capitán negro con sus condecoraciones / de héroe nacional todo de luto desde los / tranvías de ajedrez del Washington infernal y asesinarlo / entre los oros pálidos de P. Street, en Dupont-Cercle, / he mirado los hoteles cósmicos de Miami albergar gangsters / y estrellas de Hollywood, / banqueros, prostitutas, obispos y diplomáticos, echando con / asco al varón de color, / y comer basura en New Orleans a los viejos judíos que / huían de Chicago acosados como estropajos por las jaurías inmundamente / borrachas del Ku-Klux-Klan, abrigándose el estómago con los poemas / de Cari Sandburg con el delirio genital religioso del Sinaí / ardiendo.

Pero este poeta épico da también en ocasiones las más hermosas notas líricas. Recordemos ese tan citado poema "Círculo":

Estás sobre mi vida de piedra y hierro ardiente / como la eternidad encima de los muertos / recuerdo que viniste y has existido siempre / mujer, mi mujer mía, conjunto de mujeres, / toda la especie humana se lamenta en tus huesos.

En fin, el Premio Nacional ha venido a señalar a la atención publica y a dar una suerte de inmortalidad a un poeta que ha recorrido todo Chile con gran amor, y "ganándose la vida a patadas", como él mismo lo ha dicho. Que ha hecho de su poesía tanto su expresión vital como un arma de combate. Que como la mayor parte de los poetas de Chile, ha vivido con máxima modestia. A un poeta que lo ha sido toda una larga y azarosa vida.


lunes, 18 de mayo de 2009

domingo, 17 de mayo de 2009

Ocho Bolas - Tributo a Pablo de Rokha.


Ocho Bolas - Tributo a Pablo de Rokha.








Pablo por Pablo de Rokha


Yo tengo la palabra agusanada y el corazón lleno de cipreses metafísicos, ciudades, polillas, lamentos y ruidos enormes; la personalidad, colmada de eclipses, aúlla. (Mujer: sacúdeme las hojas marchitas, del pantalón).

Andando, platicando, andando con la tierra por los caminos varios, se me caen los gestos de los bolsillos, — atardeciendo olvidé la lengua en la plaza pública…— no los recojo y ahí quedan, ahí, ahí, como pájaros muertos en la soledad de los mundos, corrompiéndose; el hombre corriente dice: “son colillas tristes” y pasa.

Como el pelo, me crecen, me duelen las ideas; dolorosa cabellera polvorosa, al contacto triste de lo exterior cruje, orgánica, vibra, tiembla y, cargada de sangre, parece un manojo de acciones irremediables. (Radiogramas y telegramas cruzan los hemisferios de mi fisiología, aullando sucesos, lugares, palabras).

Ayer me creía muerto, y hoy no afirmo nada, absolutamente nada, y con el plumero cosmopolita de la angustia, sacudo las telas de araña a mi esqueleto sonriéndome gris, de las calaveras, las paradojas, las apariencias y los pensamientos, como una culebra de fuego, la verdad muerde las costillas al lúgubre Pablo.

Aráñame los cantos, la congoja y el vientre, con las peludas garras siniestras de lo infinito…—VOY A ABORTAR UN MUNDO! Mis calzoncillos se ríen a carcajadas. Un ataúd azul, y unas canciones sin sentido, intermitentes, guían mis trancos mundiales.

Y la manta piojenta de la vida me envuelve grotescamente cual la claridad de los ciegos … (Ruidos de multitudes, automóviles, muchedumbres; van conmigo; como pájaro solo y loco canta lo absoluto en los álamos negros de tu cabeza, Pablo de Rokha!...) Universo, Universo, ¡cómo nos vamos borrando, Universo, tú y yo, SIMULTÁNEAMENTE!



sábado, 16 de mayo de 2009

Poemas de Winétt De Rokha

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Trenzas De Humo de Winétt De Rokha

Porque los exaltados nubarrones
descienden en la soledad del amanecer,
y los altos tejados inyectan su veneno de hastío,
y sobrepujan
a la onda exterior y superficial del día.

¿De dónde han venido aquellas mariposas
tan amarillas,
a deshojar un collar de ébano
alrededor de mi garganta,
que es un lirio entre dos abismos?

Allá los corderos mudos,
sacrificados en el marco de la mañana;
allá los volcanes libres y los pensamientos,
los caracoles rubios besando las bocas
de las campanillas jugosas.

La danza inmediata de aquel viento que huele a muerte,
encuclillándose a mis pies, ahora,
palpándome las sienes con una gasa desprendida.

La claridad en los ojos risueños
como el advenimiento de Pentecostés.

Mi corazón se precipita
a la orilla de los horizontes sin medida,
deteniendo hélices,
con un puñado de ópalos en acción,
y, como si todo, absolutamente todo
ocurriera,
estoy en las fronteras del sentido habitual,
mirando cómo las piedras,
(sin que nadie las escuche pensar),
lavan su cara
con la inmovilidad del tiempo.

Pareciendo mi ser una hoja de platino.


RUEDA DE FUEGO SIN LÁGRIMAS

...........Era el tiempo inmóvil de la flor del jacinto;
(cuando yo era como las manzanas).

...........Y tú viniste, como todas las cosas,
que se encienden en el universo:
las tempestades, las sombras de la vida.

...........Y sin embargo...
venía tan nueva la composición de caminos de bronce
que andabas edificando.

...........Mirándote me conocí, amándote, oh! amándote
encontré el evangelio
de mi alma, ya cansada antes de ser.

...........Y sigo inquiriendo, y sigo esperando
arrancar de tu espíritu la razón de mi angustia;
sabiendo que me has dado todo lo que me trajiste de la muerte,
sabiendo que defines mis pupilas de carbón de piedra,
sabiendo “que moriré llamándote”...


CARCOMA Y PRESENCIA DEL CAPITALISMO

............Frío plano, de exactas dimensiones,
el siglo XX cabe en una cancha de tennis.

............En mesitas de café-concierto,
entre pajillas, whisky-sowers y cigarrillos egipcios,
la mujer contemporánea
borda corpiños de seda negra.

.............En el paddock,
al compás de la música loca de un jazz-band,
las mujeres y los caballos se pasean.

............Del brazo de Pablo de Rokha,
intervengo en el ritornello
mundial de las muchedumbres.

............Ilustrando mis poemas
con perspectivas de paperchase,
con sweaters cuadriculados de sportman,
y humaredas de inquietantes locomotoras,
soy la Eva clásica del porvenir.

............Astral y sensitiva, horado
en aviones románticos,
el azul de las golondrinas perdidas.


FLOR DE LA ESPAÑA

............Mantilla de sol de negro,
lujuria-clavel-peineta de bailarina.

............Moneda de toros de España,
sangre de cobres gitanos,
cruz de naranjas, con el corazón embravecido,
acoge mi golondrina popular,
y este pañuelo de obrera en cántaros de poesía.

............Tu precioso puñal de diamante, sagrario y soneto de raza,
ya no está en la liga de tus manolas,
sino en la garganta vendida del traidor fascista.

............¡España de blanco y negro!

.............Estranguladora del capitalismo,
sonanado entre banderas rojas.

ARAUCANÍA

............Por caminos de sangre, a la huída de la luna
se arrastran las madres araucanas, con la explotación a la espa!da:
el crepúsculo capitalista las azota como un látigo
pisando tierras muertas, tierras rojas, tierras negras.

...........Joven guerrera de ayer, entera mujer de Araucanía,
tu inmenso atado de pena, corno la muerte pesa,
abrigándose en tus trenzas de oscuridad milenaria.

...........En las rucas que parecen palomas echadas,
el fuego alumbra los rostros amarillos del pasado,
el fuego araña los lomos infinitos del cansancio,
las manos como sarmientos, que rasguñan, persiguiéndose,
entre el canto de color que cae de los telares.

Murió la canción del copihue sangriento, flor de volcanes,
la canción que jugaba con la tempestad entre los bosques azules,
ya está helada entre dos soles de Abril y entre dos rifles.

...........Cuando la tarde se ensancha y atemoriza el ganado,
como un lago amargo,
la india sale a contemplar su tristeza,
la trutruca oscura y honda da la nota trágica al alma,
y ella suspira para los ojos de] antiguo guerrero.

...........Ya de la raza heroica es el heroismo su rastrojo,
pero la bandera de su juventud la levantan
viejos caciques rojos,
unidos al clamor nacional
bajo el signo santo y monumental
de la hoz y el martillo.






viernes, 15 de mayo de 2009

Mordido de canallas, yo fui el gran solitario

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Mordido de canallas, yo fui el gran solitario
Carlos Diáz Loyola (Pablo de Rokha)


Mordido de canallas, yo fui "el gran solitario
de las letras chilenas", guerrero malherido,
arrastro un desgarrado corazón proletario
y la decisión épica de no caer vencido.

Sobre la patria arada de espanto, mi calvario
chorrea sangre humana, y un sol despavorido
me va ciñendo el cuerpo de fuego extraordinario,
como un caballo de oro con el freno perdido.

Irreductible al látigo, salvaje e innumerable,
el instinto social me da el imponderable,
y descubro un subsuelo que el drama humano aprueba.

Con tu recuerdo, al hombro, mi rol específico,
y como andando solo, en ti me identifico,
fundo con tus cenizas una religión nueva.




jueves, 14 de mayo de 2009

El Amigo Piedra: Vida y Obra.

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Vida y Obra

.......... Pablo de Rokha es un poeta que no puede separarse de su biografía ni de la historia socio-literaria de la época en que vivió. Autor de 38 libros de poesía, 3 ensayos de estética y varios trabajos histórico-sociales, también escribió artículos de periódico, ensayos coyunturales de política contingente, cartas y discursos. Considerado por unos como un gran poeta latinoamericano y por otros como un desaforado retórico de escaso valor literario, ejerció una considerable influencia en las generaciones posteriores de poetas y narradores. A pesar de ello, esta influencia no se refleja en las investigaciones críticas sobre su obra, que se pueden resumir en sólo tres libros con una aproximación mayormente biográfica y unos 20 artículos y reseñas que van desde el análisis periodístico sobre algunos de sus libros hasta los panegíricos de algunos amigos. En cuanto a la obra del propio de Rokha, publicada en libros de ediciones limitadas y pagada por el mismo autor, se encuentra ausente de las antologías de poesía hispanoamericana y a a veces de las propias chilenas.


.......... Una revisión de la crítica rokhiana sirve para mostrar la insuficiencia de los análisis, así como la perspectiva en que los críticos tradicionales vieron el trabajo del poeta. Entre los autores que escribieron juicios negativos están Hernán Díaz Arrieta (Alone), Raúl Silva Castro, Bernardo Cruz, Hugo Montes y otros que se identifican en ese momento con una concepción de la literatura que proviene del modelo romántico y naturalista. Algunos críticos intentan hacer una interpretación que incluya la vida y la obra, pero que siendo demasiado general se mantiena en el terreno de lo superficial. Tales son los casos de la crítica de Fernado Lamberg y Mario Ferrero, cuyos libros aunque informativos, enfatizan la figura del poeta y dejan la poesía casi ignorada. Otros analizan la poesía rokhiana en función de una visión cultural europea, como pasa con el teleologismo histórico de Antonio de Undurraga en su libro El arte poética de Pablo de Rokha (1945), que aunque novedoso, divaga en farragosas disquisiciones. Entre los trabajos más originales, hay artículos de Carlos Droguett, Fernando Alegría, Hernán Lavín Cerda, Juan de Luigi, Mahfud Massís, Humberto Díaz Casanueva y Fidel Sepúlveda Llanos, que como se puede apreciar son en su mayoría escritores. En ellos se encuentra al menos la intención de rescatar los elementos de ruptura y continuidad que están presentes en la poesía de Pablo de Rokha. A ello habría que agregar el libro Pablo de Rokha. Una escritura en movimiento (1988) de Naín Nómez, que responde al intento de hacer un análisis global de la obra del poeta.


.......... Pablo de Rokha nace con el nombre de Carlos Díaz Loyola el 17 de Octubre de 1894 en Licantén, provincia de Curicó, según consta en su acta de bautismo. Sus padres fueron José Ignacio Díaz y Laura Loyola, que tenían veintiún y catorce años respectivamente cuando nació el poeta. Por el año 1897, don José Ignacio se encuentra trabajando como jefe de resguardo en las aduanas cordilleranas y viaja con Carlos, su hijo mayor. El poeta pasa su infancia en el fundo Pocoa de Corinto, que administra su padre. En 1901 empieza a estudiar en la Escuela Pública Nº 3 de Talca, cuyo director es el padre del poeta Max Jara. En 1905, al trasladarse su padre a Lonquimay, el poeta interrumpe sus estudios por un año, para ingresar luego al Seminario Conciliar de San Pelayo de Talca. Allí permanece hasta 1911, cuando es expulsado por ateo. Sus condiscípulos lo apodaban "el amigo Piedra". Ese mismo año viaja a Santiago y se instala en una pensión de la calle Gálvez, cursa el sexto año de humanidades y se matricula en la Universidad de Chile para seguir Derecho e Ingeniería. Conoce a varios escritores, entre ellos Jorge Hübner Bezanilla, Daniel de la Vega, Angel Cruchaga Santa María, Juan Guzmán Cruchaga y Vicente Huidobro. Escribe para los periódicos La Razón y La Mañana y publica sus primeros poemas en la revista Juventud de la Federación de Estudiantes. Descubre la filosofía de Nietzsche y la poesía de Walt Whitman. Vuelve a Talca en 1914 y allí recibe de regalo un libro de poemas titulado Lo que me dijo el silencio, cuya autora es Luisa Anabalón Sanderson, más tarde conocida como su esposa Winétt de Rokha.


.......... El primer libro de Pablo de Rokha se publica bajo el nombre de "Versos de infancia" en una antología de la revista Selva lírica y muestra todavía la huella del romanticismo y de la filosofía de Arthur Schopenhauer y Friedrich Nietzsche. También influyen en los temas de este texto las ideas anarquistas que predominan en Chile con la emigración al país de intelectuales y obreros europeos. Posteriormente el poeta publica "El folletín del diablo" en la revista Claridad y se gana la vida con la compra y venta de productos agrícolas. En 1918 publica un pequeño libro en versos alejandrinos titulado Sátira. De 1922 es su primera obra de estructura mayor, Los gemidos, de la cual no se vendieron más de una docena de ejemplares. Paralelo a "Desolación" (1922) de Mistral y a Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924) de Neruda, el libro fue recibido con indiferencia por la crítica y el público. Con Los gemidos se inicia una poesía de ruptura. Publicado en el momento de mayor vigencia de los movimientos vanguardistas europeos, especialmente del futurismo, encuentra afinidades en Chile solamente con la poesía de Huidobro. La mayoría de los críticos chilenos descalificó el libro, que constituye un extenso canto en prosa poética cuya temática y composición expresa la crisis nacional y la fragmentación del proceso social. Para ello, el hablante poético integra elementos de la economía, la política, la religión, la sexualidad, la vida cotidiana, la repersión sexual y asume todas las contradicciones del vivir actual como parte de la condición degradada del ser humano. Los gemidos es un libro que rompe con la tradición naturalista y modernista por medio de la búsqueda de una escritura que se identifique lo más posible con las contradicciones sociales e históricas de Chile y América Latina. Es también el primer texto antipoético del país.


.......... Entre 1922 y 1924, Pablo de Rokha reside en san Felipe y luego se traslada a Concepción, lugar en donde funda la revista Dínamo. En ella publica parte de su libro Cosmogonía en 1925. Entre ese año y 1927, el poeta publica cinco libros, cuatro de poesía y uno de estética. El estilo narrativo se convierte en versículo libre y se continúan las técnicas de composición surrealista. En todos ellos, permanece la visión del Yo angustiado, intensificada por la soledad y la pena, que fluctúa entre la aspiración tradicional de carácter romántico-metafísico y un deseo de insertarse en la vida concreta y los sufrmientos cotidianos. Heroísmo sin alegría (1927) es un ensayo sobre el arte y la estética, mientras que Suramérica y Satanás, también en 1927, son libros centrados en las vivencias del poeta y las nostalgias. Satanás toma uno de los temas fundamentales de Los gemidos, el que representa la lucha entre Dios y Satán, el Dios incomprensible y el anti-Dios que esta caído como el hombre, un tema que deriva de Nietzsche. La libre asociación de imágenes adquiere su máximo logro en Suramérica, un libro construido como una pura cinta verbal sin puntuación ni separación de párrafos. El texto, enteramente manuscrito por Winétt en planchas de linóleo, representa un experimento único en la literatura chilena, al aparecer como un núcleo de imágenes estructuradas por el Yo. El otro libro de ese momento, Heroísmo sin alegría, es un intento estético con diversas temáticas, que se basa en las ideas de Sigmund Freud y Friedrich Nietzsche. Enfatiza el concepto del artista como un superhombre de raza dionisíaca que posee una fuerza cosmológica capaz de comprender y recrear el universo. De esta manera, el creador imita a Dios y a la Naturaleza en su tarea de ordenar la vida por intermedio del lenguaje.
.......... Hacia 1929, Chile sufre la peor bancarrota de su historia con la crisis económica del mundo occidental y la súbita caída de los precios del salitre y del cobre. Pablo de Rokha, como los otros poetas nacionales de avanzada (Huidobro, Neruda, Díaz-Casanueva, Rosamel del Valle, entre otros), continúa fundamentalmente preocupado de la originalidad de la escritura y el descubrimiento de nuevas formas de decir. Los dos libros publicados en ese año, Escritura de Raimundo Contreras y Ecuación, forman una continuidad con los anteriores. En Escritura de Raimundo Contreras se tematiza la vida de un campesino de la zona central de Chile, que paralelamente llega a ser una especie de símbolo suprafísico de los valores nacionales. Este personaje que nos recuerda al propio de Rokha, es un arquetipo de lo exuberante y lo dionisíaco que el poeta ve en el campesino chileno. Raimundo Contreras es una reinterpretación del mito y de la realidad del campesino chileno y con este carácter el poeta propone una visión de lo nacional que es un punto de partida y de búsqueda para un nuevo compromiso. En este mismo sentido, el libro Ecuación intenta codificar en unas pocas frases la idea del poema como una expresión del orden universal. De Rokha necesita hacer del poema un receptáculo de las contradicciones existentes entre conciencia y realidad y esta búsqueda es la que intenta sintetizar en el personaje Raimundo, con un heroísmo que aspira a los valores de un mundo suprarreal. Con este texto termina la primera etapa del trabajo poético de Pablo de Rokha, con un desarrollo propio de la escritura, una temática basada en el mundo chileno y latinoamericano y la formalización de personajes y acciones que se poetizan en imágenes y metáforas.
.......... Desde 1930 se inicia un nuevo ciclo en la obra poética que se caracteriza por el contenido social y bíblico. Son los años en que el poeta ingresa al Partido Comunista, es candidato a diputado y luego expulsado del partido en 1940. Trabaja en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile, es presidente de la Casa América y colabora entusiasmadamente con el Frente Popular. Nacen sus hijos: Carlos, Lukó, Tomás, Juana Inés, José, Pablo, Laura y Flor. Varios de ellos murieron: Carmen y Tomás muy pequeños, mientras que Carlos y Pablo ya mayores y trágicamente. El poeta, a partir de 1932, también contribuye al periodismo a través de artículos en el diario La Opinión, que continuó escribiendo hasta 1938. En esta etapa hay un intento de reconciliar las raíces idelistas de su pensamiento estético con las nuevas ideas aportadas por el marxismo. Sin embargo, el impulso artístico de origen nietzscheano continúa siendo importante en su estética, por medio de la búsqueda de una unidad entre las percepciones oníricas e inconscientes y el uso de la inteligencia racional y lógica. Esta mezcla de conceptos materialistas e idealistas se expresa también en los artículos de periódico, que se proyectan a la esfera política y estética. Durante aquellos años, la enemistad con Pablo Neruda se profundiza y encuentra cauce en artículos tales como "Epitafio a Neruda" (1933), "Esquema del plagiario" (1934) y otros. El centro del ataque rokhiano a Neruda se basa en la acusación de plagio y de falta de compromiso político. De Rokha también ataca a Vicente Huidobro, a Joaquín Edwards Bello, a Eduardo Anguita, a Pedro Prado y a otros escritores. Obsesionado por un concepto de compromiso social ilimitado, extiende sus críticas tanto a los políticos de derecha como a los de izquierda, entre estos últimos Marmaduke Grove y Pedro Aguirre Cerda. Esta actitud de poseedor de la verdad absoluta en el terreno moral, representa en el poeta un foco dominante de su trabajo creativo.
.......... La poesía rokhiana se vuelca en la defensa de la democracia, el socialismo y el antifacismo. En 1937 publica Imprecación a la bestia fascista y en 1938, Cinco cantos rojos. Ligados ambos textos al realismo socialista, en ellos se alaban figuras literarias y políticas como Stalin, Trotsky, Lenin y Gorky. Ademas de estos libros directamente militantes, de Rokha dedica largos poemas a figuras bíblicas: Jesucristo (1933) y Moisés (1937). En estos libros busca un equilibrio entre la épica heroica y el compromiso social. Este hibridismo que mezcla lo lírico y lo épico así como lo subjetivo con la descripción de figuras literarias, provoca una tensión entre los sentimientos expresados por el Yo poético y el universalismo simbólico de los personajes paradigmáticos. El poema Jesucristo exalta la figura de Cristo como conductor del pueblo judío, mezclando lo histórico con lo legendario. En él se unen el mesías, el revolucionario y el poeta, y es cronologicamnete el primer canto político del autor. Moisés continúa este mismo estilo y temática, aunque está estructurado en largos versículos en el estilo de la fuente bíblica: Exodo, Levítico y Deuteronomio. El poema narra la odisea de Moisés y del puebo hebreo desde el episodio de la zarza ardiente hasta la muerte del personaje en Jericó. Estos libros-poemas rechazan la tendencia realista militante que impera en otros libros y reaviva la permanente contradicción de la obra rokhiana.
.......... Los principios idealistas de Pablo de Rokha, ligados a la sicología freudiana y a los estudios junguianos sobre el inconsciente colectivo se mezclan ahora con una embriónica intención social. Un ejemplo de esta busqueda de confluencias se expresa en su poemario Gran temperatura (1937), centrado en los temas de la soledad, el tiempo, la muerte y la liberación revolucionaria. Un leitmotiv fundamental es el tópico del ubi sunt, a traves del cual el Yo poético expresa su deseo de eternizar el amor y la vida. A la luz de la finitud y la limitación de su historia personal, el poeta opone la voluntad humana como entidad social que tiene valores fundamentales: el sentir, el pensar y el luchar. En 1939, de Rokha inicia la publicación de la revista Multitud, aparecida en un clima de gran actividad política, corroborada por el triunfo de Pedro Aguirre Cerda y el Frente Popular en las elecciones. En Multitud coexistían textos sobre urbanismo, poemas, crítica literaria, ensayos políticos, avisos comerciales y sesiones del Senado. La estructura general de la revista permite que el fenómeno singular se disuelva en lo total, haciendo coexistir autores tan disímiles como Rimbaud, Lenin, Gorki o Lautremont.
.......... Entre 1938 y 1942, de Rokha trabajaba intensamente en actividades políticas, escribiendo poemas circunstanciales, discursos y artículos políticos y participando en actos sociales. También se publican algunos trabajos estéticos nuevos que más tarde formarán parte del libro Arenga sobre el arte (1949). Como una manera de verificar artísticamente estas ideas, el poeta publicó Morfología del espanto (1942), un libro que aspira a ser una obra que pueda dar cuenta del pasado, del presente y del futuro del ser humano. Es el intento de buscar una salida histórica al horror y al pesimismo de la guerra, cantando el heroísmo de las masas y la lucha del individuo por salvarse de un mundo que agoniza. En 1943, el presidente Juan Antonio Rios, le extiende al poeta un nombramiento para realizar una extensa gira por el continente americano. Durante el viaje escribió varios libros. El primero de ellos, Canto al ejército rojo (1944), había sido escrito antes de su salida y se trata de un extenso poema en verso libre, dedicado al ejército soviético y la lucha contra las fuerzas de Hitler. El primer libro escrito durante el viaje, Los poemas continentales (1945), comprende textos dedicados a los Estados Unidos y a México. El primero es una exaltación de Norteamérica como expresión de lucha contra las fuerzas del Eje. El segundo tematiza los valores de la historia mexicana desde sus orígenes indígenas. De otro libro de ensayos titulado Interpretación dialéctica de América: los cinco estilos del Pacífico (1948), sólo pudo publicar un volumen de un total de cuatro, porque el editor argentino suspendió el resto de la publicación. El libro más importante de este período es el citado Arenga sobre el arte. En él se incluye una serie de ensayos de estética, una colección de poemas publicados independientemente como Carta magna del continente y un nuevo libro de Winétt, su esposa: El valle pierde su atmósfera. La colección de ensayos insiste en la perspectiva de que el trabajo poético americano debe ser heroico y épico y debe sintetizar el pensamiento y el sentimiento para poder convertirse en tragedia social: La Epica Social Americana. Carta magna del continente es la aplicación de estas teorías y muestra una continuidad con los trabajos anteriores. Se presenta como una serie de poemas en verso libre, destinados a cantar los hechos del continente y la reconstrucción de su historia. Se destaca en este libro el texto Epopeya de las comidas y bebidas de Chile (Ensueño del infierno), un poema en el cual las comidas y bebidas del país se mitifican y con ellas también los seres y lugares comunes. Esta apoteosis exalta el mundo primitivo y natural de los campesinos, los mineros, los pescadores y el campo chileno. Un rasgo original consiste en mostrar una realidad que no aparece comúnmente poetizada en la tradición literaria: el comer, el beber, el juego y las diversiones del pueblo. De este modo, lo nacional-popular es reiterado como un arquetipo cultural y un símbolo de la existencia auténtica. La poesía de Pablo de Rokha ha llegado en esta etapa a un momento de equilibrio entre sus aspiraciones individuales y sociales. A pesar de su angustia y soledad individual, su poesía alcanza a América y al mundo con su abarcador compromiso político. La extensa gira que realizaron Pablo de Rokha y su esposa abarcó 21 países y terminó en Argentina cuando el presidente de Chile, Gabriel González Videla, reprimió al Partido Comunista y el poeta renunció a su misión.
..........Winétt de Rokha muere en 1951, dejando al poeta muy solo y bajo la influencia de esta tragedia escribe Fuego negro, un texto en prosa poética que exalta la memoria de la amada y que adopta a veces la estructura de la elegía y el lamento desesperado. Por otra parte, las polémicas y disputas entre los intelectuales, continuaban alimentando odios y aversiones. Mahfud Massís y Julio Tagle, yernos de Pablo de Rokha, publican una pequeña revista llamada Polémica en la cual atacan a Neruda. Neruda responde por su parte, con poemas evasivos, pero de gran afectividad y agresividad en Canto General (1950), Odas elementales (1955) y Estravagario (1958). Con la publicación de Neruda y yo (1955), de Rokha culmina una serie de diatribas antinerudianas sobre la persona y la obra de Neruda. El libro es una imprecación rabiosa y obsesiva que intenta demostrar la invalidez de la poesía nerudiana y del compromiso político del Premio Nobel de Literatura. Para de Rokha, Neruda es un plagiador, un mistificador de los trabajadores y un artista y militante falso. Además de atacar a Neruda, en el libro se ataca el sistema literario chileno, que ha levantado la impostura de Neruda, siendo su principal culpable el crítico Alone.
..........Los dos libros que siguen se estructuran en torno a un tema diferente. Idioma del mundo (1958), escrito en prosa poética, es una mezcla de ficción e historia. Hay aquí un intento por convertir la historia universal en poesía a través de una actitud reflexiva sobre lo que se dice. Actuando por medio de una acumulación de elementos, el poeta sitúa el trabajo poético muy cerca de una épica histórica, en la cual se describen, narran y establecen relaciones contextuales y se liberan conexiones entre los fenómenos sociales de diferentes culturas y épocas. El otro libro, Genio del pueblo (1960), muestra el camino que sigue el poeta para resolver el conflicto entre lo particular y lo general. En este libro donde dialogan 111 personajes, Neruda aparece con el nombre de Casiano Basualto y nuevamente es satirizado por de Rokha. Se trata de una exposición dialogada en que los personajes mayormente de extracción campesina, enlazan sus problemas cotidianos con el destino de Chile y del mundo. Aunque se mantiene los temas anteriores, este nuevo texto demuestra la necesidad de continuar aceptando vivir en plenitud a pesar del dolor y de la obsesión de la muerte. Este fresco de personajes tiene como foco dominante el tema de Chile y de su gente, que se expresa por medio de muleros, mineros, prostitutas, huasos, vaqueros, campesinos, "cantoras", pescadores, artesanos y marinos. También aparecen figuras nacionales como el bandido Joaquín Murieta, el dirigente sindical Luis Emilio Recabarren y Neruda. El autor mismo tiene varios alter egos que exponen sus ideas: Juan de Dios Pizarro, Raimundo Contreras, Juan de Dios Alvarado y otros. Uno de los grandes libros de ese tiempo es Acero de invierno (1961), formado por diez extensos poemas que incluyen tres estilos y temas primordiales: el de una épica nacional-popular, el de la angustia frente a la muerte y el de los cantos de estilo social. Ya sea cantando al poroto o al campeonato de rayuela, el poeta revive su contacto con las raíces vernaculares que había iniciado con las comidas y bebidas. Hombres, mujeres y objetos se transforman en actos y hechos simbólicos que muestran facetas de la vida humana generalmente incomprendidas por la lírica tradicional. Por otra parte, el Canto del macho anciano expresa toda la angustia del Yo degradado por el paso del tiempo y la decadencia social e individual. Se da una lucha mortal entre este presente que aniquila y el pasado mitificado por la memoria que lo transforma en un paraíso. El único encuentro posible se produce en un futuro que el poeta canta en imágenes visionarias.


.......... En los años siguientes, de Rokha afirma esta posición de compromiso con libros como Canto de fuego a China Popular (1963), el texto inédito China Roja (1964), escrito después de una invitación a China y Mundo a mundo: Francia, primer estadio (1966). Sin embargo, entre los últimos libros, el más importante es indudablemente Estilo de masas (1965),en el que una vez más el poeta eleva a la categoría de personajes épicos a figuras populares reales o ficticias. El mismo año 1965, de Rokha recibe el Premio Nacional de Literatura, el que llega demasiado tarde para estimularlo. Dirá que "me llegó demasiado tarde, casi por cumplido y porque creían que ya no iba a molestar más".
..........El 21 de marzo de 1968 muere su hijo Pablo y el 10 de septiembre del mismo año se suicida el poeta, justo antes de cumplir 74 años, agobiado por problemas económicos, estados sepresivos y enfermedades. Dejó un libro inédito Rugido de Latinoamérica, unas memorias inconclusas publicadas en 1990 y fragmentos de dos libros más: Infinito contra infinito y Cuero de diablo.


..........El poeta intentó con su obra la gran tarea de crear una "escritura" que fuera capaz de equipararse a la complejidad de lo real en todas sus dimensiones: políticas, éticas, sicológicas, sociales, económicas, religiosas, filosóficas, afectivas. La escritura poética como producción imaginaria se convierte en representación histórica y social de la realidad, sin perder de vista su proyección como utopía liberadora,ligada a la conciencia y a la praxis. La escritura rokhiana es así, la aspiración a convertir el lenguaje poético en un paradigma que mueva los sentimientos, los pensamientos y las acciones del pueblo. Con eso, la obra de Pablo de Rokha repite interminablemente desde el primero hasta el último poema, esa tensión dialéctica entre el yo desmesurado ahíto de pasión e infinito fástico y ese mundo caótico y alienado que aspira a ordenar y convertir en elparaíso de la colectividad humana. La poesía rokhiana se define en último término, por la tensión de un movimiento hacia lo inalcanzable. Escritura comprometida hasta las últimas consecuencias con la vida y el mundo, con los seres amados y odiados, con el decir auténtico expresado en todas las formas posibles de la "literatura", con el código ético y político de la honestidad personal, con la aspiración sobrehumana de fundir en la retórica poética el mundo en que se vive y las utopías con que se sueña.


De Poesía Chilena Contemporánea (Breve Antología crítica). por Naín Nómez. Fondo de Cultura Económica. Editorial Andres Bello, 1992.


miércoles, 13 de mayo de 2009

CARLOS DE ROKHA ANUNCIÓ SU MUERTE

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CARLOS DE ROKHA ANUNCIÓ SU MUERTE

por José Martínez Fernández

Carlos de Rokha –uno de los hijos del majestuoso Pablo y de Winétt- es un alto valor de la lírica chilena de todos los tiempos. Su poesía, bella dentro de los cánones de cierto hermetismo, conmueve a los lectores.

Su temprano viaje hacia el silencio dejó a la poesía en lengua hispana sin una de sus mayores promesas. En efecto: vivió sólo 42 años (1920-1962).

En los años que yo frecuentaba la SECH (1975-1976) vivía, en el piso superior de la casona de Simpson 7, la poeta Ximena Solar (compañera de Mario Ferrero, de rokhiano de tomo y lomo).

Una vez me invitó a tomar té. Mujer joven y hermosa Ximena me contó algo del anecdotario literario chileno.

Entre esos casos uno me conmovió. Me dijo que Carlos de Rokha la iba a visitar en forma regular y que en una de esas visitas, vio que el poeta estaba sumido en una tristeza mayor que en otras ocasiones y que, en medio del diálogo, él le señaló: “Me voy a suicidar”.

Ximena Solar no lo creyó, pero el gran poeta se autodestruyó en los días siguientes mediante un medio que no se ha podido aún dilucidar: o exceso de fármacos o un tiro de revólver.

El anuncio hecho a Solar por Carlos de Rokha es muy poco conocido. Un suceso que guardé en mi memoria durante más de treinta años y que, ahora, me atrevo a develar.

El poeta era mágico e iracundo a la vez. Tenía las rabias y dolores del genio y la ternura y locura de los niños.

Carlos de Rokha dejó en este mundo un legado poético importante. Hoy –que suele hablarse mucho de su padre- reaparece, aunque nunca ha estado muy ausente. Su poesía vive.

Dos son sus libros fundacionales: MEMORIAL Y LLAVES y PAVANA DEL GALLO Y EL ARLEQUÍN.

Participó del Grupo Mandrágora junto a Teófilo Cid, Braulio Arenas y Enrique Gómez-Correa.

Se le inserta en la Generación literaria de 1938.

El poema breve que reproducimos a continuación es una sola muestra del gran talento que poseía el gran poeta, hijo de uno de los cuatro grandes de la lírica chilena.

JULIETA O LA CLAVE DE LOS SUEÑOS


Una mujer de champagne me llama desde un sueño
Donde ella con sus ojos me pervierte
Deliciosa es fascinante
Adorable envenenada
Sobre la boca una mancha más negra
Ese gesto que marca sus pasos
De bella condenada a las habitaciones
El Océano en sus manos renueva sus espejos
La vida que yo amo es ésta entre sus brazos.

A casi medio siglo de su desaparición éste y muchos otros poemas nos dicen que Carlos de Rokha vive y que, como el Ave Fénix, renace de sus cenizas. Su renacimiento es un premio a la poesía chilena y ¡por qué no!: a la poesía en lengua española.